Día de pesar

Vuelve el fresco y vamos retomando costumbres. Una de las que más me gustan es pesar a los chicos periódicamente y así, ir controlando sus raciones para que estén en estado óptimo cuando empiecen los entrenamientos en serio.



Es muy importante establecer rutinas, para sentirnos cómodos y seguros. La comida, estos ejercicios que además resultan útiles para otras cuestiones, la preparación para entrenar, las revisiones posteriores... todo ayuda para que los perros aprendan a confiar en nosotros, y en cualquiera que tenga que manipularlos en un momento dado. 

Igual de importante que mantenerlos en su peso, ni demasiado gordos ni demasiado delgados, para que puedan desarrollar un ejercicio en el que se sientan cómodos, y lo hagan de forma satisfactoria y contentos.

Los mayores ya tienen muy asimilada la rutina de pesar, y los pequeños la van asimilando poco a poco: Entrar uno a uno, esperando su turno, subir a la báscula, estarse quieto... y todo con premios, naturalmente.



Comentarios