Botines... do it yourself (y III)

Empaquetado.

A nosotros nos han enseñado a guardar los botines listos para usar, de forma que sea más rápido y cómodo. Los dejamos en grupos de cuatro, con todos los velcros sueltos excepto el del botín que rodea al grupo, que los sujeta a todos. De este modo, cuando quitamos esta primera tira el resto de botines se sueltan, están para llegar y poner y no tenemos que enredarnos a soltar el velcro de cada botín. Además, así no cogen formas y luego es más fácil ponerlos.

Por otro lado, hacemos grupos de 4 botines para cada uno de nuestros perros y los metemos en bolsitas para poder localizarlos y tenerlos disponibles rápidamente, además de evitar que se pierdan o se humedezcan. Las bolsas de bocadillo que podemos comprar en cualquier supermercado van bastante bien hasta para 6 perros.

En carreras, si el reglamento indica que hay que llevar botines como parte del material obligatorio, llevamos una de estas bolsas en el carro o en la mochila durante toda la carrera, pero para no usarla (así no tenemos que acordarnos de coger los botines en cada etapa). Para usar, llevamos otra bolsa en la mochila para sustituir los que se puedan ir rompiendo, además de los que llevan los perros puestos en las patas en cada salida.

Creemos que es importante tener todo el material que vamos a utilizar a mano y de forma fácil de utilizar ya que en las carreras, y 15 minutos antes de la salida nos podemos poner nerviosos, no atinar a poner los botines, y empezar a olvidarnos más cosas. Por eso, además, es bueno entrenar también a poner los botines. A nosotros nos irá bien porque cogeremos práctica, y a los perretes también, porque se acostumbran a ser manejados y a llevarlos puestos.


Uso. Cómo poner el botín.
Como comentamos anteriormente, un botín debe quedar bien apretado pero sin pasarse tanto que sea peor el remedio que la enfermedad. Si no tenemos práctica, será mejor que pequemos de prudentes antes que hacerle daño a nuestro perro. Será bueno probar en casa, o dando un paseo, para además ver cuál es su reacción a los botines.

Para apretar un botín habrá que hacer un pliegue en la parte superior, donde no hay velcro, para que cierre, y luego pegar la tira suelta a la parte cosida. Procuraremos que la pata entre hasta el final del botín, para evitar que el cierre quede bajo pudiendo molestar al pisar, además de perderse. El principal problema al poner un botín será que el perro, si no está acostumbrado o si es nervioso, no parará de mover la pata.

Hace tiempo descubrimos un invento para facilitar la puesta de los botines, y esta temporada queremos probar a ver si es efectivo. Se trata de una especie de calzador hecho con una maceta de plástico flexible en la que insertaremos el botín, que se abrirá permitiendo introducir fácilmente la pata del perro. Le añadimos una cuerda para que no se pierda al soltarlo para pegar el velcro.

En este video podemos ver cómo lo utilizan:

Y aquí finalizamos esta muestra de cómo trabajamos los botines con nuestro equipo de perros. Esperamos que haya sido interesante y que os haya aportado algo.

Para terminar, una pequeña muestra de lo que hacen nuestros perros con los botines.

Aús!